Trastornos relacionados con
traumas y factores de estrés
Los trastornos relacionados con traumas y factores de estrés son un grupo de trastornos mentales que se desarrollan como respuesta a una experiencia traumática o estresante.
Estos eventos pueden ser de diversa índole, como desastres naturales, accidentes, violencia, abuso o amenazas a la vida.
Aproximación a los traumas y factores de estrés
Podemos referirnos a un trauma como un evento o situación estresante que causa una respuesta emocional intensa y duradera. Este evento puede ser único o repetitivo, y puede variar desde experiencias personales como un accidente o un asalto, hasta eventos de gran escala como desastres naturales o guerras.
Por otro lado, los factores de estrés, puede ser cualquier situación que supere nuestros recursos y cause tensión en nuestra vida diaria.
La principal diferencia entre ambos, radica en la intensidad y el impacto emocional. Un trauma suele ser un evento que supera nuestra capacidad de adaptación, causando un daño psicológico significativo. Los factores de estrés, aunque pueden provocar tensión y dificultades, suelen ser menos intensos y ser eventos cotidianos como problemas laborales, dificultades económicas o cambios importantes en la vida.
Trauma, estrés y culpa
El trauma, el estrés y la culpa a menudo se entrelazan de manera compleja en la experiencia humana.
Un evento traumático, como un accidente o una pérdida, puede generar un estrés intenso y duradero.
Este estrés, a su vez, puede desencadenar sentimientos de culpa, incluso en situaciones donde la persona no tiene responsabilidad alguna. La culpa puede surgir de pensamientos como «si hubiera hecho algo diferente, esto no habría ocurrido» o «debería haber podido evitarlo».
Esta dinámica puede perpetuar un ciclo de sufrimiento emocional y dificultar la recuperación del trauma.
Es importante reconocer que la culpa en estas situaciones a menudo es irracional y puede ser un obstáculo en el proceso de mejora. Los síntomas de estos trastornos pueden variar de una persona a otra, pero algunos de los más comunes incluyen:
- Reexperimentación del trauma: Flashbacks, pesadillas, recuerdos intrusivos.
- Evitación: Evitar lugares, personas o situaciones que recuerden al trauma.
- Alteraciones en la reactividad: Irritabilidad, dificultad para concentrarse, hipervigilancia, sobresaltos fáciles.
- Alteraciones en el estado de ánimo: Sentimientos de culpa, vergüenza, desapego, entumecimiento emocional.
- Síntomas físicos: Dolores de cabeza, problemas digestivos, insomnio, fatiga.
Principales trastornos relacionados con traumas y factores de estrés
Trastorno de Adaptación: Se caracteriza por el desarrollo de síntomas emocionales o conductuales en respuesta a un estresador identificable, como un cambio importante en la vida (pérdida de un ser querido, divorcio, problemas financieros).
Entre los más frecuentes, se encuentran:
Trastorno por estrés postraumático (TEPT)
Se caracteriza por la reexperimentación del trauma a través de recuerdos intrusivos, pesadillas o flashbacks; la evitación de estímulos asociados al trauma; alteraciones en la reactividad (irritabilidad, dificultad para concentrarse, hipervigilancia); y alteraciones en el estado de ánimo (sentimientos de culpa, vergüenza, desapego…).

Trastorno de estrés agudo
Similar al TEPT, si bien los síntomas comienzan casi inmediatamente después del evento traumático, generalmente en los primeros días o semanas y pueden una duración aproximada de hasta un mes.

Trastorno de relación social desinhibida (en niños)
Se caracteriza por un patrón de comportamiento social inapropiadamente familiar y poco selectivo con extraños, así como por la inadecuación a los límites considerados socialmente normales

Trastorno de apego reactivo (en niños)
Se presenta en niños pequeños y se caracteriza por patrones alterados de apego, como un comportamiento inhibido, emocionalmente retraído hacia los cuidadores adultos.

Trastornos de adaptación
Se caracteriza por el desarrollo de síntomas emocionales o del comportamiento en respuesta a un factor o factores de estrés identificables que se producen en los tres meses siguientes al inicio del factor(es) de estrés.

Tratamiento de los trastornos relacionados con traumas y factores de estrés
El tratamiento suele combinar psicoterapia y, en algunos casos, medicación.
La terapia cognitivo-conductual es una de las terapias más efectivas, ya que ayuda a las personas a cambiar sus pensamientos y comportamientos disfuncionales relacionados con el trauma, así como en desarrollar habilidades para manejar la ansiedad y el estrés.
La terapia de exposición, que implica exponer gradualmente a la persona a los estímulos que le recuerdan al trauma, en un entorno seguro y controlado. La desensibilización sistemática y el reprocesamiento por movimientos oculares (EMDR) son técnicas que permiten avances y mejoras importantes en relación a situaciones traumáticas.
En ocasiones la medicación puede ser útil para aliviar los síntomas de ansiedad y depresión que pueden aparecer asociados con estos trastornos.
¿Cuándo buscar ayuda?
Si sientes que algún recuerdo o situación traumática está interfiriendo en tu vida diaria, o estas pasando por una etapa o situación que te supera y genera un estrés elevado que te impide disfrutar de las cosas que te gustan, es importante que busques ayuda profesional.
En Mensana trabajaremos a tu lado para mejorar tu calidad de vida y enseñarte estrategias para abordar y manejar el trauma o el estrés.